Red Peruana contra la Pornografía Infantil

Asociación Civil sin fines de lucro, que busca la erradicación de las redes de productores, distribuidores y consumidores de pornografía infantil en el Perú y Latinoamérica, principalmente de aquella que se ejecuta vía Internet. Asimismo, lucha contra la Trata de Personas, la Explotación Sexual Comercial Infantil y el Tráfico de niños, niñas y adolescentes, trabajando en coordinación con otras instituciones que persiguen similares fines.

lunes, abril 30, 2012

Puerto Rico.- Francisco Rodríguez-Burnz - (primerahora.com).- Los casos de pornografía infantil en Puerto Rico se han disparado. Algunos han sido ampliamente documentados por los medios de comunicación. Quizás uno de los más notorios fue el del ex comisionado de Seguridad Hilton Cordero. Pero muchas otras acusaciones pasan un tanto inadvertidas, aunque implican a líderes de organizaciones cívicas, policiales, religiosas, en fin, una gama de individuos que, como el ex comisionado, ocupaban papeles importantes dentro de su comunidad.
Pero el alza no es exclusiva de Puerto Rico.

Algunos estudiosos del tema establecen una correlación entre el acceso a la tecnología y los crímenes que se realizan contra los menores de edad. Contrario a un marketing que presenta la tecnología como extensión del individuo, se cree que la Internet es la causante de una explosión de imágenes ilegales de niños, algunos puertorriqueños.

Pese al marcado aumento en los casos en Puerto Rico, no se podría establecer que se está cometiendo más  abuso contra los menores, aunque sí que hay mayor conciencia para proteger a los niños y que los esfuerzos de las agencias estatales y federales se han intensificado.

De las investigaciones de los casos se desprende que gran parte de los individuos arrestados llevaban años abusando a sus víctimas, grabando imágenes de sus delitos, hasta que fueron arrestados. En Puerto Rico no se ha desarticulado una red de depredadores dedicados a vender imágenes, pero sí se han reportado unos indicios alarmantes por parte de individuos que intercambian imágenes de menores boricuas con sujetos en el exterior.

El fiscal federal Marshal D. Morgan, el mismo que tiene el caso de Cordero, presenta un cuadro alarmante sobre los delitos que se cometen contra los niños en la Isla. Morgan, coordinador del programa Safe Childhood, se ha convertido en una especie de “cazador de depredadores sexuales”.

El funcionario comentó sobre la precisión con la cual las autoridades pueden detectar la descarga de una imagen ilegal y un proceso investigativo que resulta ser sumamente complejo.

“La tecnología ha facilitado una proliferación de pornografía infantil e, incluso, ha sido el conducto por el cual muchas personas han sido presentadas con este material ilícito. El Internet no tiene fronteras, es un lugar desregulado. El Internet no es tu amigo. Dejar a un niño navegando sin supervisión es como si estuviese sólo, en una parte peligrosa de la ciudad”, indicó.

Según explicó Morgan, gran parte de los casos se detectan por pura coincidencia. Un familiar, por ejemplo, podría haber encontrado las imágenes ilegales dentro de la memoria de una cámara u otro dispositivo. Esto sucedió con el asistente de un capellán del Ejército de Estados Unidos, Nicolás González Figueroa, quien cumple una sentencia de 19 años por producción de pornografía infantil. Pero otros casos requieren mucho más trabajo, operaciones encubiertas y búsquedas en algunas de las páginas más utilizadas por los cibernautas: el motor de búsqueda Google y la red social Facebook. El fiscal menciona la utilidad de estos ciberespacios para fines investigativos.

Un caso complejo

Las investigaciones, en ocasiones, comienzan con un referido, un documento frío, que identifica el IP address, una etiqueta numérica, de una computadora. Por ejemplo, documentos del caso del depredador convicto Secundino de Jesús Colón detallan 64 referidos del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados. Se listan correos electrónicos y se presenta un resumen escrito de algunas de las imágenes que detallan actos de abuso sexual contra menores de ocho, nueve y 11 años de edad. Pero la investigación no concluyó con toda la información aportada por la organización que trabaja en conjunto con el Departamento de Justicia federal para atrapar a los criminales.

El depredador tenía una página de Facebook que resultó importante para los investigadores. Récords ya habían confirmado la dirección electrónica del sospechoso y otros documentos de la Policía de Puerto Rico ubicaban su residencia, su fecha de nacimiento, entre otra información sensitiva.

Pero la investigación continuó con un agente encubierto, que se hizo pasar por una menor de 14 años de edad. Éste contactó al depredador por la red social y en los chats se recopiló información crucial. Mucha de esta información se pudo confirmar mediante una inspección ocular de la residencia del depredador. Al sujeto se trató como cualquier otro criminal armado durante el allanamiento de una residencia en un sector marginado de Cidra. Se recuperaron varias computadoras y los agentes procedieron a realizar una inspección forense preliminar de los aparatos. Se encontraron las imágenes pornográficas. Una agente contactó por teléfono al fiscal Morgan, quien autorizó el arresto.

Según reflejan las estadísticas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la cantidad de arrestos por pornografía infantil aumentaron considerablemente entre los años fiscales 2010-11 y 2009-10, de 11 a 24. Entre el pasado marzo y abril, sólo se reportaron cinco casos de los siete con los que comenzó el actual año fiscal, en octubre. “Me preocupa mucho el aumento con los casos de producción de pornografía infantil”, sostuvo Rebecca González Ramos, la supervisora del Grupo de Crímenes Cibernéticos de ICE.
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