Condenado a 2 años por guardar 400 fotos y 11 vídeos pedófilos. El acusado almacenaba archivos de menores e incluso de 4 y 5 años

Badajoz / Gijón - España.- (Alejandra Huarte - La Voz de Asturias) En internet es muy difícil transitar sin dejar huella. Seguir ese rastro es la manera de comenzar muchas de las investigaciones por posesión de pornografía infantil, como la que acabó con la detención y puesta a disposición judicial de J.L.A.L., vecino de Gijón. El pasado lunes día 7 tuvo lugar el juicio, imputado por corrupción de menores, en el Juzgado de lo Penal número 3, aunque no fue necesaria la celebración de la vista previa. El acusado, como ya había declarado previamente, se mostró conforme con la condena solicitada por la fiscalía, que asciende a dos años de prisión, así que el lunes sólo acudió a ratificar su aceptación de la pena.
J.L.A.L., que no tenía antecedentes penales, almacenaba en su casa un total de 413 imágenes y 11 vídeos de contenido "pornográfico infantil". Como recoge el Fiscal en su escrito, el 12 de mayo de 2009 la Policía practicó un registro en su domicilio y se le intervino el ordenador personal de su habitación, un disco duro y una memoria USB. El disco duro, de 200 GB de capacidad, albergaba 197 archivos de imagen y cuatro de vídeo. En el soporte USB la Policía localizó 197 fotografías y siete vídeos. Además, indica que del USB se recuperaron 157 imágenes que habían sido borradas. "Todos los archivos eran de contenido pedófilo", reza el texto del ministerio público.
La descripción de lo que mostraban el casi medio millar de archivos es muy dura. La Fiscalía relata que "aparecen menores de 13 años, algunos de muy corta edad apreciable por cualquier persona, incluso de unos cuatro o cinco años en actitud sexual explícita, exhibiéndose" e incluso en algunos se veía a menores manteniendo sexo con adultos.
El material que J.L.A.L. guardaba en su casa era compartido con otros internautas a través de mensajes de correo electrónico, como se aprecia en los documentos de texto del correo, en los que se hace referencia literal a archivos de pornografía infantil que coinciden con algunos de los que se hallaron en el disco duro. El acusado fue incluso más lejos en su intento por intercambiar este tipo de archivos, pues incluso los mostró a través de chats y redes sociales como Facebook y Twitter.
La investigación partió de un juzgado de Badajoz que investigaba la denuncia de un particular sobre la existencia de un foro de internet, albergado en el servidor Yahoo , donde se efectuaba intercambio de archivos pedófilos. En él dejó sus huellas J.L.A.L.