Los delitos en la web, en Ecuador sin una coraza legal

Ecuador.- (El Comercio) Los delitos sexuales que se esconden en Internet crecen a escala mundial y se ha vuelto una preocupación de las autoridades locales, porque la web permite a los antisociales mantener un anonimato y camuflar sus intenciones.
La presencia en la red de pedófilos, así como redes de producción y comercialización de pornografía infantil, acosadores y proxenetas se multiplica y el Ecuador no es la excepción.
En nuestro país, delitos como el acoso, rapto y proxenetismo por medio de la Internet no están tipificados en el Código Penal.
Eso quedó en evidencia en un encuentro que se realizó la semana pasada en la Facultad de Derecho de la Universidad del Pacífico de Guayaquil. En el encuentro, organizado por la Fundación Voces del Silencio, participaron varios expertos extranjeros, quienes contaron cómo se realiza la lucha contra este delito en el mundo.
Un informe de la Fundación para el Monitoreo de Internet (IWF, por sus siglas en inglés) indica que existen 5 000 páginas electrónicas con contenidos potencialmente ilegales y que el 40 % está en servidores de los Estados Unidos, el 28 % en Rusia, el 17 % en Asia y el 13 % en Europa.
El combate a estos delitos es a escala mundial. Por ejemplo, un reporte del Gobierno chino señala que el número de detenidos en su país por acoso sexual aumentó en los últimos años. En las estadísticas se demuestran que 179 personas fueron detenidas en el 2003 y que 229 fueron el 2005. Muchas evidencias en su contra se encontraron en Internet.
En ese estudio, además, se menciona que solo entre enero y abril de este año se ha reportado la detención de 83 personas más. De ellos 10 por pedofilia.
La Policía a escala mundial se ha concentrado en proteger a los niños de esta clase de delitos. En el encuentro se reveló que mayoría de las detenciones son por delitos contra niños y adolescentes.
“Las páginas con pornografía infantil están siendo visitadas por muchas personas cada día y eso parece que está influyendo en su comportamiento y forma de actuar”, explica la psicóloga clínica María Eugenia Pérez.
El estudio de la Fundación revela también que el 47 % de los sitios en línea donde se encuentran temas sexuales que puede derivar en un abuso infantil se comercializan bajo el sistema pague para ver. En Estados Unidos y en Rusia se encuentra la mayor parte de esas páginas, porque entre los dos reúnen el 70% de los portales de Internet con esos temas.
“La evidencia sugiere que existe una mayor cantidad de imágenes de abusos sexuales a niños circulando por la red”, manifiesta John Carr, autor del reporte de esa organización internacional.
Una investigación de la Universidad de New Hampshire, de los Estados Unidos, precisa que generalmente los agresores sexuales en línea son adultos y buscan seducir preferentemente a adolescentes y no a los niños a través de las redes sociales virtuales.
“Son engañados hasta inducirlos a quitarse la ropa ante su cámara web para luego chantajearlos y llegar a mantener relaciones sexuales”, expresa Pérez.
A Yanina Villagómez, coordinadora de la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía del Guayas, le preocupa que en nuestro país se estén utilizando los medios informáticos para esta ilegal actividad.
Ella afirma que tiene dos casos bajo investigaciones, pero que afronta limitaciones que existen en el sistema legal y con los problemas de tecnología. “No es fácil llegar a ellos porque las mismas empresas que ofrecen los servicios de Internet aquí en la ciudad y el país no colaboran. Hay bastantes limitaciones”, dice la fiscal.
Esas falencias, agrega Villagómez, están también en las leyes que no tipifican delitos sexuales que se benefician de la Internet.
“Pero con las herramientas que tenemos vigentes y el ordenamiento jurídico actual se hacen las investigaciones y se aplican sanciones”, explica la fiscal.
Por su parte, Ángel Rubio, juez primero de lo Penal del Guayas, explica que esas herramientas están en un agregado después de los artículos 521 al 528 del Código Penal. “Está tipificado y se aplican sanciones respecto de quién comercialice, publique, produzca una imagen electrónica de pornografía”, dijo el jurista.