Red Peruana contra la Pornografía Infantil

Asociación Civil sin fines de lucro, que busca la erradicación de las redes de productores, distribuidores y consumidores de pornografía infantil en el Perú y Latinoamérica, principalmente de aquella que se ejecuta vía Internet. Asimismo, lucha contra la Trata de Personas, la Explotación Sexual Comercial Infantil y el Tráfico de niños, niñas y adolescentes, trabajando en coordinación con otras instituciones que persiguen similares fines.

domingo, marzo 18, 2007

Niñas y jóvenes de entre 14 y 17 años de edad son víctimas de la explotación sexual en Perú

- “Una pregunta: ¿cuánto es el servicio?
- “Veinte” - “¿Qué edad tienes?”
- “17” - “17 años…¿no eres menor de edad?
- “Igual, todas trabajan de 17 años, igual entran…

Estas niñas y adolescentes que venden su cuerpo en barrios marginales de Lima, nunca jugaron con muñecas. A ellas, desde muy temprano, les robaron su infancia. “Yo, yo quería trabajar, por medio de este trabajo me habían engañado y me llevaron a otra casa, y comenzó esa explotación sexual, abusaron de mí”, narra Verónica, víctima de explotación sexual. Verónica tenía 15 años cuando fue captada por la mafia. Le prometieron un trabajo cuidando bebés; nunca imaginaría que la iban a prostituir. “Pero como si estuviéramos en una cárcel, no salíamos para nada, estábamos encerradas”, añade Verónica.
Reportaje de Ricardo Burgos
Fuente: Noticieros Televisa
.
Testimonios de dolor e impotencia que descubren el rostro oculto de la prostitución de menores en Perú.

“Se detectó a 9 mil 600 adolescentes que eran utilizados en explotación sexual”, explica Javier Ruiz Eldredge, director del Ministerio de la Mujer.
En efecto, la trata de personas está subregistrada pero asoma con descarnada crudeza en importantes ciudades como Lima, Iquitos, Cuzco, Cajamarca, donde hay gran demanda de turismo sexual con menores.
Ada Mejía, representante de Organización Vía Libre, manifiesta que: “La edad promedio de víctimas en explotación sexual es entre 14 y 17 años, pero hay indudablemente casos que hemos encontrado de mujeres principalmente que están entre los 12 u 11 años de edad”.
La policía ha desbaratado muchas mafias que comercian inescrupulosamente con menores de edad. El problema es, sin embargo, más complejo.
“No es un tema que se da sólo acá en el Perú, es un tema que abarca redes internacionales, son más de 9 mil millones de dólares al año que genera esta actividad delictiva, entonces hay que ponerle un freno”, dice la congresista Rosa María Venegas.
Por su parte, el representante de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil, Licenciado Dimitri Senmache Artola, experto en temas de explotación sexual comercial y Pornografía Infantil indicó que "la trata de personas no puede ser visto como un fenómeno local, nacional ni inclusive regional, sino mundial. Es la nueva cara de la esclavitud y se da frente a las narices de todos los Estados. Y no debemos olvidar que detrás de las frías estadísticas y cifras sobre explotación sexual comercial, se encuentran personas, seres humanos, niños, niñas y jóvenes con vida, sueños y esperanzas, quienes claman ayuda, aún cuando por el dolor su voz sea cada vez más débil".
Frenos urgentes que pongan fin a esta versión moderna de esclavitud, y que Naciones Unidas ha reconocido como la empresa delictiva más grande del mundo, después de la venta de drogas y armas.
.
Una cruda realidad
.
En Perú, según cifras oficiales, 9 mil 600 menores son víctimas de explotación sexual. Sin embargo, estas estadísticas reflejan apenas un 30 por ciento de lo que se ve en las calles.
“El Estado no cuenta con una oferta institucional de servicios adecuada para la problemática que carga esta población”, manifiesta Liliana Vega, representante de la Organización Internacional del Trabajo.
La Organización Internacional del Trabajo ha identificado 16 calles y avenidas en Lima donde noche y día se ejerce la prostitución infantil. Pero este grave problema social no es exclusivo de la capital peruana, en otras ciudades como Pucallpa, Iquitos y Cuzco crece como mala hierba el turismo sexual.
“Y hay algunas mafias que justamente promueven el hecho de llevar a menores a esta zona para que puedan atender no solamente a un turismo externo, sino también la demanda interna que hay”, dice por su parte Ada Mejía, representante de la organización “Vía Libre”.
No obstante, el gobierno quiere cerrar los candados de este vil negocio y alista un código de conducta con los operadores turísticos para evitar la explotación sexual de menores.
También, con apoyo internacional y de la fundación Ricky Martin, ha abierto líneas telefónicas para perseguir la trata de personas.
Para Tammy Quintanilla, coordinadora del Movimiento El Pozo, “la línea de orientación telefónica en tres años de funcionamiento que tiene ha recibido 7 mil llamadas por año”. A este sistema de información se ha sumado igualmente un nuevo aliado.
“Ya contamos con una ley que sanciona a aquellas personas que van a estar utilizando a otros con el fin de explotarlos”, explica Dolores Cortés, representante de la Organización Internacional para las Migraciones.
Otro paso adelante son los albergues que brindan refugio y calor de hogar a estas menores, víctimas del inescrupuloso comercio carnal. Desde allí, chicas como Verónica, que fue una de ellas, lidera una cruzada de reinserción social y dice: “Que traten y que luchen, que se pongan una parte de ellas mismas y se valoren para que puedan salir ellas de ahí”.
Verónica no ha olvidado a sus hermanas del dolor. Por eso, ha vuelto a peregrinar las mismas calles sombrías que la vieron prostituirse, sólo que esta vez busca a otros capullos de rosas que no merecen ver marchita su inocencia entre las filosas garras de la industria clandestina del placer.
.
La mafia de los Yacuza opera en el Perú
.
“Me dejó marcada para toda mi vida, lo peor de todo es que cada vez que miro esto, maldigo el día en que me fui allá”, dice, mostrando un tatuaje, Irene Oblitas, víctima de la Yacuza.
El tatuaje, símbolo de la Yacuza, la banda de gángsters más grande del mundo, lacera su cuerpo, pero hay otras heridas que no cicatrizan y que habitan en su alma. Su desgarrador testimonio, hace tres años, confirmó lo que era un secreto a voces. La Yacuza, la temida organización criminal japonesa, está operando subterráneamente en Perú.
“Aquí, Yakuza tenía un enlace acá en el Perú, que se dedicaba a captar y ese enlace lo dejaba en el aeropuerto para que sea trasladado a Japón, y en Japón era recibido por otras personas que las acogían, y después entregadas a otras personas para que las exploten sexualmente”, explica el mayor Jorge González, jefe policial contra la trata de personas. La Interpol ha documentado que la Yacuza ha extendido sus redes también a Ecuador, Colombia, Chile, República Dominicana y México.
La asociación de mujeres hispanas, con sede en Miami, calcula que cerca de tres mil mujeres mexicanas ejercen la prostitución en Japón, tras ser reclutadas por la Yacuza. Muchas de ellas, como la peruana Irene Oblitas son amenazadas de muerte.
“Sé que después de esto, yo sé lo que me espera, que esta gente me busque, y me hagan daño”, agrega Irene Oblitas. Irene tiene hoy otro nombre, otros apellidos. Vive en Europa, en calidad de refugiada. Por fin, dejó de ser una esclava sexual, pero la trata de personas, un sucio negocio que, según Naciones Unidas, mueve anualmente más de diez mil millones de dólares, tiene más tentáculos y acaso uno de los más es la banda de las cabezas de serpiente. Desde hace algunos años, en Perú operan unas 20 mafias de tráfico de personas, que se dedican al envío ilegal de chinos a los Estados Unidos y otros países del mundo. “Miembros de la mafia china las explotan, cuando lleguen a Estado Unidos le cobran 70 mil dólares”, dice Juan Ching, ciudadano chino, residente en Perú.
Se calcula que ilegalmente ingresan a Estados Unidos, teniendo como escala al Perú, unos 70 a 100 chinos por día. Es un negocio millonario que corrompe autoridades y conciencias. María Pun, ciudadana peruana, descendiente de chinos, explica: “Unos no saben a qué se enfrentan realmente y como te digo los paisanos de antes eran más tranquilos”. La crónica roja de Perú está salpicada de incidentes violentos en los que participan ciudadanos chinos. Los ajustes de cuenta y los crímenes están a la orden del día. La banda más temible que opera en Perú es el "Dragón rojo", su solo nombre inspira temor en el barrio chino.
En los últimos tres años, 15 mil chinos llegaron a Perú. De ellos, 13 mil 730 lograron llegar a los Estados Unidos, donde ingresaron como falsos turistas. La mafia china ha sentado sus reales en Perú y es una amenaza para todo el mundo.
.
Tareas pendientes
.
"Frente a la Trata de Personas sólo nos queda actuar con firmeza, persiguiendo a estos grupos y organizaciones delictivas, pero por sobre todo, debemos preocuparnos por impedir que más niños , niñas y jóvenes se conviertan en nuevas víctimas de estas redes de tratantes. Para lograrlo, no sólo bastan leyes ni sanciones drásticas, sino que debemos preocuparnos en cambiar las circunstancias sociales, económicas y educativas que facilitan la captación de nuevas víctimas" sentenció Dimitri Senmache Artola, presidente de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil, organización que viene liderando una serie de campañas contra la ESCI y la Pornografía Infantil.
Bookmark and Share

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal